lunes, 28 de mayo de 2012

Mermelada de naranja

Esto de cogerle el gusto a las conservas no sé si interesa o no, la verdad.
Que sí, que viene muy bien eso de tener en la despensa un surtido de productos en conserva para poder gastar durante todo el año, pero..., digamos que la clave está en no hacerlas en cantidades industriales.

Aquí vamos con la segunda mermelada para el blog.
Después de la mermelada de membrillo (podéis verla aquí), hoy traigo ésta de rica naranja.



Yo no he sido nunca muy fan de la mermelada de naranja pero tengo que reconocer que esta mermelada me ha enamorado. Me resulta deliciosa y elaborarla es igual de fácil.




INGREDIENTES:

1 kg de naranjas ya peladas y cortadas
800 grs de azúcar blanquilla
Ralladura de naranja (de 1 o 2 naranjas)




COMO SE HACE

Pelamos las naranjas quitando toda la parte blanca (muy importante quitar todo para que no amargue).

La troceamos sin falta de hacerlo finamente.

Ponemos la naranja y el azúcar en una olla y ponemos a cocer. Una vez que empiece a cocer lo dejamos que se cocine durante 40-45 minutos. Removiendo frecuentemente para que no se nos pegue el azúcar.

Con un acanalador rallamos en tiras finas la cáscara de las naranjas, previamente bien lavadas, y añadimos esta ralladura a la mezcla.

La cantidad de la ralladura va al gusto. Hay gente que prefiere no ponerle, otras que si ponen pero poquito y otras personas que prefieren poner bastante. A vuestra elección.

Retirar del fuego y triturarla con la batidora de cuchillas.

Podemos usarla en el momento en que ya esté fría, por ejemplo para rellenar una tarta o si lo preferimos la podemos guardar en conserva.

Ponemos en los tarros (previamente esterilizados), tapar y cocer al baño maría. Dejar enfriar en el mismo recipiente hasta que el agua se enfríe.

Secar, etiquetar y guardar.




* Fuente: la mamá de La Paxarina

lunes, 14 de mayo de 2012

Bizcocho de dulce de leche

El viaje que hicimos hace ya casi siete años a Argentina consiguió que nuestra admiración y cariño por su cultura, su gente y su tierra creciera aun más.
Volvimos de allí con la emoción que te da el encontrar una tierra tan maravillosa y con ganas de repetir la experiencia, para poder seguir descubriendo todos los rincones que se quedaron sin conocer.

Este bizcocho lo tomamos como nuestro homenaje-recuerdo a aquel viaje.

Tiene un sabor y una textura densa pero muy rica. Se puede tomar así, solo, pero a mí me gusta acompañado de un frosting de nata y queso (todo muy light, vamos...) y con un té o ya puestos con un mate.


INGREDIENTES:

290 grs de harina leudante
4 huevos
250 grs de mantequilla a temperatura ambiente
210 grs de dulce de leche
200 grs de azúcar
8 cucharadas de leche entera




COMO SE HACE

Precalentamos el horno a 180º

Batimos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una crema esponjosa. Añadimos el dulce de leche y volvemos a batir.

Incorporamos los huevos uno a uno. Cuando se integre bien en la mezcla el primero, añadiremos otro y así sucesivamente.

Añadimos la leche y batimos.

Por último tamizamos la harina y la incorporamos a la mezcla. Batimos hasta obtener un mezcla homogénea y la vertemos sobre un molde previamente engrasado.

Introducimos en el horno durante 40-45 minutos.


Sacamos del horno y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla antes de servir.

Feliz semana!


* Fuente: versión modificada de la receta de Food Travel and Wine