lunes, 14 de febrero de 2011

Corazón de brioche

¿Puede salir algo bueno del caos más absoluto?
 Definitivamente, sí.
Debe ser como el amor, a veces las cosas no empiezan bien, sino regular, mal, o realmente fatal, pero si surge la chispa, a veces los planetas se puede alinear y obrar el milagro.

Y algo así me ha debido pasar a mí este fin de semana con esta receta, porque la cosa no pudo empezar peor.

Tenía unas ganas locas de estrenarme con los brioches, pero me daba miedo.
Se necesita mucho tiempo y eso es precisamente lo que yo no tengo casi nunca.
Pero este viernes tenía casi toda la tarde a mi disposición y decidí animarme. Además quería apuntarme en el HEMC#51  y tenía una idea concreta para participar.

hemc 51 - San Valentín

Voy a dar la receta según se "debe" de hacer y no como lo hice yo, porque no quiero crear confusión, aunque iré explicando las cosas en las que yo metí la pata.

Vamos con la receta para el CORAZÓN DE BRIOCHE

Ingredientes:

350 grs de harina de fuerza
14 grs de levadura fresca ( o 1 sobre de levadura seca)
200 ml de leche
40 grs de mantequilla
1 huevo
1 yogurt natural azucarado
50 grs de azúcar blanquilla
1 pellizco de sal
Nocilla


Como se hace:

Para empezar, debemos templar la leche (a unos 42º) y disolver la levadura en ella y esperar unos minutos a que espume.
Primer fallo, yo no sé si sería porque la levadura no estaba muy fresca (aunque le faltaban 10 días para caducar) o si sería por la temperatura pero el caso es que a mi no me espumaba de ninguna manera (empezamos bien!!!)
Me quedaba otro cubito pero era de la misma fecha. Menos mal que tenía en casa un paquete de levadura seca para otra receta que tengo en mente, así que decidí sustituir una por otra.
La levadura seca no es necesario disolverla, se añade a la harina y punto (yo usé un sobre de 4.6 grs)

En un bol ponemos las harina, el huevo, el azúcar, la sal y el yogurt. Una vez que la levadura haya espumado la añadimos y mezclamos bien hasta formar una bola.
Luego añadimos la mantequilla en trocitos y mezclamos bien. En este punto mi masa que no llevaba leche porque la deseché con la levadura fresca estaba demasiado seca, más que seca no estaba elástica en lo más mínimo. Y recordé que al prescindir de la levadura fresca no había añadido la leche  tampoco.
Así que de perdidos al río, temple 150 ml de leche y se lo añadí. Y otra vez a amasar a mano y a cruzar los dedos.

Cuando vi que tenía una consistencia más o menos aceptable, la estiré y desgasifiqué. Hice una bola, la metí en un bol un poco engrasado y la dejé en un sitio cálido para que levara tapada con un paño humedo.
Depende del calor que haga tarda más o menos, pero lo normal es tenerla reposando 1 hora y media, mínimo. Más o menos hasta que doble su volumen.

Después de esperar ese tiempo, y temerme lo peor, fui a echar un ojo para comprobar como iba y vi que había crecido bastante. Yo creo que había doblado el tamaño o casi, así que de vuelta al trabajo.

Ponemos la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y desgasificamos nuevamente y amasamos en forma de rectangulo.
Yo que quería probarlo con y sin relleno opté por hacer otro experimento. Unté la mitad con nocilla y la otra mitad la dejé sin untar. Lo enrollé y corte en varios trozos.
Lo coloqué en un molde de cake, lo volví a tapar con un paño húmedo y dejé que volviera a levar y doblar su tamaño otra vez. Otra hora y media de espera.
Uf!, con lo poco que me gusta a mí esperar y sobre todo cuando crees que el resultado depués de tanto va a ser desastroso.

Esta vez cuando fui a por él, pasado ese tiempo, se notaba que había doblado de sobra el volumen.


Precalentamos el horno a 210º.
Pintamos el brioche con huevo batido y lo metemos al horno durante aproximadamente 20 minutos o hasta que veamos que está bien dorado.

Y... ¡tachán!, para mi sorpresa el resultado fue espectacular, aunque esté mal decirlo pero salió riquísimo.
Eso sí, estuve desde las 16.50 hasta 22.00 que salió del horno temiéndome lo peor. Algo más de 5 horas entre unas cosas y otras, pero mereció la pena.












Luego usé un corta pastas para cortar un trozo en forma de corazón y con chocolate fundido hice el corazóncito y escribí el mensaje.

Dedicado a mis chicos. Mis amores. Feliz día de San Valentín.


P.D: Quiero dar las gracias a Dolores de Al calor de un bizcocho por descubrirme el gran mundo de los brioches.