miércoles, 2 de noviembre de 2011

Mermelada de membrillo

El membrillero ya era cultivado en Babilonia desde la antigüedad (4000 a.C.). Parece ser autóctono de Europa meridional o de las orillas meridionales del mar Caspio.
Actualmente se encuentra de forma natural en el centro y sudoeste de Asia (Armenia, Turkestán, Siria, etc). Los griegos conocían una variedad común que obtuvieron en la ciudad de Cydon, en Creta; de ahí su nombre científico; dedicaban este fruto a Venus y se ofrecía como símbolo de la felicidad, del amor y de la fecundidad.
Los romanos continuaron con esta creencia y difundieron la costumbre de dar a comer a los recién casados un membrillo antes de entrar al hogar como símbolo de suerte futura.
Por su parte, los árabes buscaron en el membrillo una medicina natural, dado su elevado contenido en mucílago, que empleaban como laxante.


Fuente: Infoagro.com



No sé cuando se decidiría que resultaba más gracioso bombardear (muchas veces con mala leche) a los novios con arroz que darles de comer un buen mendrugo de pan con, por ejemplo, un poco de esta mermelada, pero lo cierto es que, para mí, no fue la elección más acertada. Donde va a parar...

Seguro que el ideólogo del lanzamiento de arroz, como deseo de próspera fecundidad, a la pareja que se desposaba, jamás probó algo tan rico como esta mermelada.

Gran fallo, porque la mermelada de membrillo, no tiene nada que envidiar a cualquiera de las mermeladas más comunes y mayor consumidas en el mercado.

Os animo a perder el miedo a su carne ácida, porque es precisamente ese punto ácido el que hace que la mermelada o el dulce de membrillo resulte realmente delicioso.




Aprovechando que estamos en plena temporada y que los membrillos del pueblo son inmejorables, hemos aprovechado para abastecer la despensa de casa (y de media familia) con numerosos tarros de rica mermelada y alguno que otro de dulce de membrillo.

Como casi siempre pasa con las recetas, puede haber infinidad de ellas diferentes, pero esta es la receta que usamos en casa de la MERMELADA DE MEMBRILLO


Ingredientes:

2, 700 kg de membrillo (limpio y picado)
2 Kg de azúcar blanquilla
7 vasos de agua


Como se hace:

Con un paño limpiamos la pelusa de la piel de los membrillos. Yo también los lavo porque me da un poco de alergia y así la elimino toda.

Cortarles la parte superior e inferior al membrillo y descorazonarlos. También eliminaremos las partes dañadas y estropeadas.

Sin pelarlos, los cortaremos en trozos ni muy grandes ni muy pequeños (que buena soy para las medidas...), más o menos del tamaño de las avellanas o un poco más.


Ponemos los membrillos cortados en una olla, añadimos 5 vasos de agua y ponemos a cocer durante 20 minutos, y removemos de vez en cuando.

Pasado este tiempo añadimos todo el azúcar y los otros dos vasos restantes.
Seguiremos removiendo de vez en cuando para evitar que se pueda pegar y dejaremos cocer otros 20 minutos.



Una vez cocido, lo trituraremos al gusto con la batidora de cuchillas.
A nosotros nos gusta muy fina, por eso la trituramos mucho, pero no la pasamos por ningún tamiz posteriormente. La dejamos tal cual.

Envasada al vacío dura hasta un año sin frío, eso sí, no os olvidéis etiquetarla con la fecha de realización.