miércoles, 25 de mayo de 2011

Clafoutis de cerezas y chocolate blanco

¡Hoy es un gran día para el blog!
Después de más de un año siguiendo la andadura del Círculo Whole Kitchen, por fin me he animado a unirme al equipo de miembros de propuestas dulces.




Llevaba meses dándole vueltas al tema, pero no me atrevía. Y es que en el círculo hay mucho nivel!

Pero después de pensar y requetepensar, decidí tirarme de cabeza. Al fin y al cabo, la repostería me apasiona y que es lo peor que podría pasar, ¿que me echaran?. Pues habrá que hacer todo lo posible para que no sea así.

El motivo principal por el que he decidido apuntarme, es porque seguramente me veré de cierta forma "obligada" a atreverme con ciertos dulces que de otra manera sé que iría posponiendo hasta el infinito.
Así que habrá que currárselo de lo lindo.

Whole Kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de mayo nos invita a preparar un clásico de la cocina francesa, Clafoutis.

El Clafoutis, el clásico budín de masa francés, queda mejor si se sirve caliente pues se realza el sabor de las cerezas.

Tradicionalmente, este postre se realiza con cerezas, pero se puede cocer cualquier fruta con este sistema (las frutas de mayor tamaño pueden requerir una cocción más prolongada).
La propuesta me ha encantado porque el Clafoutis estaba en mi lista de pendientes.

Yo he realizado una versión de la receta que propone Le Cordon Bleu.

Aquí os dejo mi versión del CLAFOUTIS DE CEREZAS Y CHOCOLATE BLANCO



Ingredientes (para 6-8 personas):


500 grs de cerezas deshuesadas
125 grs de harina
2 huevos
1 pizca de sal
300 ml de leche
50 grs de azúcar blanquilla
60 grs de chocolate blanco rallado
1 nuez de mantequilla para engrasar los moldes

Como se hace:

Lavamos y deshuesamos las cerezas. Reservamos.
En un bol, tamizamos la harina, el azúcar y la pizca de sal. Batimos los huevos y los añadimos a la mezcla de la harina.
Después añadimos la leche. Para evitar grumos, incorporaremos la leche de forma gradual.

Al batir también se incorpora aire, el cual aligera la masa, y así se obtienen estos budines que levan al hornearse.
Si aun así quedaran grumos, podríamos recuperar la masa pasando la batidora eléctrica o pasando la masa por un tamiz.

Añadimos la ralladura de chocolate blanco y removemos para que se reparta bien por toda la masa.

Untamos los moldes refractarios elegidos con mantequilla y disponemos las cerezas. Vertemos sobre las cerezas la masa, que quedarán flotando.

Horneamos a 180º durante 30 minutos, en este caso porque yo lo serví en moldes individuales.


Si la masa se cuece en un recipiente grande deberá hornearse durante 50-60 minutos, hasta que la masa suba, se hinche y se dore.

Dejamos atemperar un poco y espolvoreamos con azúcar glass.