lunes, 20 de febrero de 2012

Tarta de queso y chocolate

Es increíble como pasan las semanas y los meses.
Me paso el día diciendo, "¿pero ya es lunes otra vez?" y "¿pero ya es viernes otra vez?.
La única diferencia es el tono con el que lo digo. Seguro que os hacéis una idea.

Tengo un montón de recetas acumuladas por publicar pero voy de tiempo justísima y sacar un hueco para publicarlas, muchas veces, me resulta super complicado. Así que voy a ratos.
Hoy descargo unas fotos, pasado edito algunas, otro día otras, otro día las guardo en borradores pendiente de revisar y/o modificar si fuera necesario.

Incluso tengo algunas hechas que no voy a poder publicar porque se me ha traspapelado la receta que hice y muchas veces en ese papel van las modificaciones que yo hice.
Lo sé, soy un desastre pero me faltan 6 o 7 horas más al día, como a todos imagino, porque esto de la falta de tiempo es un mal generalizado.

Mientras, llevo recetas apuntadas por todas partes.
Es posible que en todos mis bolsos lleve un par de ellas. Algunas incluso apuntadas en alguna servilleta. Un desastre, vamos.

Esta receta que traigo la modifiqué a lápiz sobre el propio libro porque cambié varias cosas.

La receta que detallo a continuación es la versión que hice yo de una receta del libro "Chocolate"



INGREDIENTES:

250 grs de galletas Speculoos
100 grs de mantequilla derretida
250 grs de chocolate negro (52% cacao)
400 grs queso crema (tipo Philadelphia)
100 grs de azúcar glass
1 yogur griego natural
300 ml de nata para montar (35 % M.G)
6 láminas de gelatina neutra
1 cuenco con agua fría
1 vaso con 3 dedos de agua muy caliente



COMO SE HACE

Trituramos las galletas de forma manual o con ayuda de algún robot de cocina.
Yo prefiero hacerlo de forma manual, me relaja mucho coger el rodillo y liarme a golpes con ellas. Es una forma maravillosa de liberar tensiones.
Meto las galletas en un bolsa de plástico, como las de los congelados, la tapo con un paño y me lío con el rodillo hasta que están bien trituradas.

Ponemos las migas de las galletas en un cuenco grande y añadimos la mantequilla derretida. Mezclamos y colocamos la pasta que se ha formado en un molde desmontable, presionando bien con los dedos o con un vaso.

Yo he usado el molde desmontable que me tocó en Whole Kitchen con la propuesta de la Pavlova. Y la verdad, que es una maravilla.
Lleva un plato de cerámica y tiene un sistema para desmoldar la tarta super práctico. Además, la forma del disco de silicona hace que no se puedan producir fugas.



En un cuenco con agua fría ponemos a hidratar la gelatina durante 10 minutos.
Aprovechamos mientras se hidrata y en un bol, batimos el queso crema con el azúcar glass. Luego añadimos el yogur .
En otro bol batiremos la nata y cuando empiece a espesar se la añadiremos a la mezcla del queso.

Derretimos el chocolate negro. Podemos hacerlo en el micro o al baño maría.
Creo que ya lo he comentado más veces, pero yo siempre opto por derretirlo al baño maría por evitarme el riesgo de que se queme. Mientras se va fundiendo puedo ir haciendo otras cosas y no tengo que estar tan pendiente del microondas.

Por otra parte, cogemos la gelatina ya hidratada y la escurrimos un poco apretándola pero con delicadeza.
En un vaso vertemos 3 dedos de agua muy caliente y echamos la gelatina. Removemos hasta que se deshaga. Es importante que el agua esté muy caliente para que la gelatina se deshaga completamente.

Una vez deshecha la gelatina, la añadimos a la mezcla de queso y mezclamos muy bien para que se incorpore totalmente a la mezcla.

Dividimos la mezcla en dos y a una de esas partes le añadimos el chocolate ya fundido y mezclamos hasta obtener una masa homogénea.

Con las dos mezclas terminadas, añadiremos la mezcla de queso en el molde y después la de chocolate y con una cuchara la mezclaremos entre sí un poco para que darle un efecto marmolado.

Alisamos la superficie con una espátula o cuchara y después podemos decorar con un tenedor haciendo el dibujo que más nos guste.

Taparemos con papel de aluminio y llevaremos a la nevera, al menos 2 o 3 horas antes de servirlo.

Una vez transcurrido ese tiempo podremos desmoldar y servir.